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jueves, 18 de diciembre de 2014

Crecimiento desigual

El Gobierno español ha iniciado una nueva estrategia de cara a las elecciones del año próximo. La consigna es repetir hasta la saciedad que España está saliendo de la crisis económica basándose en los datos macroeconómicos. Poco le importa al PP la fragilidad de ese crecimiento ni el nuevo modelo laboral impuesto por sus recortes y leyes. Sube el PIB pero no lo suficiente para crear empleo estable fuera de la estacionalidad. Lo que sí ha crecido de forma fulgurante es la desigualdad en España: la clase media en peligro de extinción, los pobres cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos. Tal es así que la desigualdad en España es la mayor entre los países de la OCDE. 

Imagen de un indigente. Foto: rtve.es
No se puede sacar pecho de la recuperación cuando España sigue soportando una tasa de desempleo vergonzante, con 4,5 millones de personas sin trabajo. La crisis, además, ha instaurado la precariedad laboral. Despedir es más barato y muchos ahora se tienen que conformar con trabajos por horas y con salarios por debajo del mínimo interprofesional. Tener un trabajo ya no te garantiza dejar de ser pobre en España. 

Esto ha conllevado que cada vez haya más personas en exclusión social o en riesgo de estarlo. El informe de Cáritas es demoledor: sólo un 34% de los españoles vive sin carestías esenciales. La economía mejora, pero no se nota en la calle. Atrás nos hemos dejado derechos que costará décadas recuperarlos. El Estado del Bienestar se resiente. Los servicios públicos se han deteriorado de forma preocupante. El crecimiento es demasiado desigual como para poder echar las campanas al vuelo.